lunes, 3 de septiembre de 2018

Si buscas empleo; primero conoce a tus empresas.


                Es un error muy común que nos sucede  a  la hora de buscar empleo, (O cuando orientamos  a nuestros clientes en la búsqueda)  el comenzar la misma por nosotros mismos, es decir: ¿Qué hemos estudiado, cual es nuestra experiencia?  Comenzar por el autoconocimiento. Tampoco es un error, por algún sitio tenemos que empezar, nuestras aptitudes, actitudes y objetivos se tienen que retroalimentar del entorno en el que nos encontramos. Lo que ofrecemos y el mercado de trabajo tienen que ser variables interdependientes, si queremos “vender” algo. Por mucho que te apasione algo, tienes que venderlo y que te lo compren, de lo contrario no comes.

Conoce a tus empresas.


Cuando  lo que queremos es buscar trabajo,  en especial si es por cuenta ajena, lo que tenemos que hacer, es mirar a nuestro entorno y ver lo que necesitan nuestros posibles empleadores o clientes, lo que necesitan nuestros vecinos. De aquí, la denostada (por muchos colegas orientadores) y sabia frase de muchos buscadores:  -“Busco trabajo, de lo que sea”. No os pongáis nerviosos  colegas, simplemente es que la entendemos descontextualizada (pensada para la búsqueda de proximidad)  cuando comienzas a explorar, te das cuenta de que  esta frase, simplemente indica que están orientados al mercado, a su entorno, lo cual está muy bien. Solamente tenemos que preguntarles y en pocos minutos definimos el campo de búsqueda.

Así que generalmente partimos de clientes que están orientados al mercado de proximidad (a sus contactos más íntimos). Cuándo éste, no les brinda oportunidades suficientes (aunque se ofrezcan para lo que sea),  necesitan ampliar su círculo de búsqueda, donde la estrategia, los canales, las herramientas de búsqueda cambian y en muchos casos se encuentran perdidos y descolgados.  La función principal de la orientación es enseñar a utilizar estos nuevos canales.

Otra función imprescindible del orientador en  una agencia de colocación y es lo que intentamos lograr en YMCA (Puedes apuntarte en nuestra agencia), es entrar a formar parte de ese círculo de contactos más cercano del orientado y pese, a no lograr la autonomía total en la búsqueda de empleo, al menos de momento, ser valedores de estas personas frente a las empresas, las cuales, se pierden a muchos buenos profesionales, porque éstos no logran comunicar su potencial.

En cuanto los empleadores,  tampoco  tienen el suficiente tiempo para dedicar a todos los posibles candidatos y así poder conocerlos personal y profesionalmente. En YMCA (contacta si necesitas trabajadores)  hacemos esta tarea para las empresas: Conocer a nuestros posibles candidatos, sus capacidades y actitudes para la óptima adaptación persona-puesto de trabajo. Doble función de las agencias de colocación, servir a los candidatos y a las empresas.

Así que después de darnos cuenta de que primos, hermanos, colegas, conocidos, no son suficientes para encontrar trabajo, no nos queda otra que ampliar nuestros círculos y comenzar a investigar a nuestro verdaderos clientes, a nuestros empleadores. Como buscadores, necesitamos adaptar los servicios que ofrecemos al entorno laboral que nos rodea, necesitamos conocer nuestro sector en nuestra ciudad y  cómo funcionan las empresas que lo componen, incluso antes de lanzarnos a confeccionar nuestro currículum y los mensajes de contacto con las mismas.  Comencemos a investigar:

¿Conoces con nombre y apellidos de las empresas de tu sector, en tu ciudad? Google es tu amigo. Hazte un listado de posibles empleadores. También puedes utilizar diferentes directorios de empresas.  

¿Cómo contactar con ellas para ofrecerte mediante autocandidatura? ¿Cuál es el canal de contacto más adecuado?  Tal vez tengan en su web un apartado de “trabaja con nosotros”.

¿Tienes su teléfono y correo electrónico del departamento de  recursos humanos?  Busca en su Web. Llámalos, pregunta por teléfono por su correo de RRHH. Un par de veces al año ofrécete por correo, o mándales tu último post.

¿Conoces a las personas que trabajan dentro de las empresas, conoces al responsable de RRHH? Contacta en Linkedin, cuando ofrezcan un empleo en la empresa, ponte en contacto y ofrécete.

¿Conoces en qué temporada del año suelen contratar más personal? Un par de semanas antes mándales el cúrrículum.

            ¿Trabajan con alguna ETT, o consultora en particular? Dirígete directamente a ellas. 

¿Qué tipos de perfiles de trabajadores suelen contratar? ¿Qué competencias solicitan en sus ofertas?  Adapta tu currículum al perfil que necesiten en ese momento.

¿Has tenido conversaciones en las redes, en eventos, entrevistas? Apunta la fecha, con quien y cualquier dato relevante que te permita saber qué buscan, qué necesitan, qué están haciendo.

¿Se os ocurre algo más que nos pueda ayudar en nuestra búsqueda?

Estas primeras cuestiones son imprescindibles en una primera fase de búsqueda, fundamentalmente para realizar auto-candidatura, sin que medie una oferta determinada o cuando nos postulamos a una de tantas ofertas por primera vez. En una segunda fase, cuando nos encontremos dentro de un proceso de selección para un puesto determinado, la investigación sobre la empresa todavía debe ser más exhaustiva. Esto no es categórico, podemos ir haciendo este trabajo ya. Nunca se sabe cuándo una información nos puede ser útil. 

Tenemos que hacer un seguimiento continuo de nuestro posible empleador, para que cuando suja la oportunidad cuenten con nosotros, aunque solamente sea para entrar en el proceso de selección. El gran problema de los desempleados es que nuestra candidatura casi nunca llega en el momento justo. “Más vale llegar en el momento que rondar un año”Así que tenemos que  mantener el contacto continuamente si queremos llegar en el momento justo.

Espero que os haya gustado el artículo, si es así compartidlo, cualquier duda o sugerencia será bienvenida, aquí en blog o en las principales redes.

Muchos retos y mucha suerte.


lunes, 23 de abril de 2018

Juegos de realidad alternativa en la educación.


                Hola compañeros, como sabéis ya hace un tiempo que no aparezco por aquí, demasiado trabajo off-line. Espero que pronto encuentre algún rato para publicar mis historias, os echo de menos. -Pues yo no, estoy hasta el pirri del dichoso blog. “A ratos te engañaría con cualquiera” Joaquín Sabina.


                Hoy no vuelvo yo, sino que simplemente voy a ceder la palabra a una persona que se encuentra en pleno reciclaje profesional, Gonzalo Monfort un arquitecto rediseñándose en profesor, una tarea dificultosa, pero que seguro que nos proporciona una faceta muy provechosa de Gonzalo, dado el interés y el esfuerzo que está realizando. No solamente está empeñado en reinventarse a sí mismo sino que se empeña en reinventar las funciones del profesor, aunando pedagogía y nuevas tecnologías.

Sin más os dejo con su artículo, basado en su trabajo fin de master:

Juegos de realidad alternativa para la educación.

La actualidad educativa se caracteriza, entre otros aspectos, por el empleo de metodologías activas en el aula. En ellas, el alumnado adquiere un gran protagonismo en su aprendizaje, que tiene lugar en contextos a menudo vinculados con experiencias reales, en contraste con la enseñanza más tradicional, entendida como aquella en la que el profesorado es el icono de la transmisión de contenidos.

Un recurso ampliamente utilizado para favorecer tal inversión de roles es la introducción de elementos propios del juego en el ámbito escolar, enfoque que se conoce comúnmente como gamificación en la enseñanza, ya que actuando como jugadores nos convertimos necesariamente en protagonistas de la acción. Entre los argumentos que se esgrimen para ensalzar los beneficios que dicho recurso aporta al aprendizaje es importante resaltar el papel que juegan aquí las nuevas tecnologías, que sin duda contribuyen de manera significativa a captar la atención de la juventud y sobre las cuales cabe poner el foco de atención si pretendemos asegurar su correcta utilización.
Esta dicotomía entre la adquisición de un conocimiento y el adecuado uso que se hace del mismo debería valorarse adecuadamente a la hora de decidir incorporar no ya los dispositivos móviles en las aulas sino las nuevas tecnologías como concepto amplio, tratando de evitar que el medio se convierta en el fin y, por tanto, se pueda desvirtuar la consecución de los objetivos inicialmente planteados.
A nadie se le escapa ya que el mal uso que hacemos de las diferentes herramientas tecnológicas en general, y de las redes sociales en particular, es un tema recurrente en las conversaciones entre adultos. Las consecuencias socioculturales de esa mala utilización pueden y deben limitarse también a través de la educación recibida en la escuela, y en la búsqueda de herramientas y técnicas que contribuyan a ello se quiere poner sobre la mesa los denominados juegos de realidad alternativa, cuyas siglas en inglés se corresponden con ARG -Alternate Reality Games-.

De muy reciente implantación, los ARG se adscriben al concepto de juego bajo, curiosamente, el sentimiento TINAG, acrónimo inglés de Esto No Es Un Juego -This Is Not A Game-, que pone de manifiesto el grado de implicación que sus jugadores llegan a adquirir como consecuencia del entrelazamiento, mediante técnicas narrativas -Storytelling-, de mundos virtuales con la vida real. No existiendo una definición estricta, clara y consensuada al respecto de los ARG, se hace necesario explicar con algo más de profundidad qué elementos o características son ampliamente utilizadas en su diseño antes de continuar valorando su oportunidad como herramienta educativa.



Uno de los aspectos más característicos de los ARG es su alta carga cooperativa. Aunque nada impide tratar de jugar en solitario, su concepción más generalizada conlleva un grado de dificultad tal que rara vez un individuo avanzará con garantías en el desarrollo de la trama. Comprender este aspecto social es vital para abordar el siguiente punto.
En nuestro día a día tienen lugar sucesos y eventos que se entrelazan, sin que necesariamente deban seguir una secuencia lineal. Cada una de estas piezas nos aporta un conjunto de información que, una vez procesada y desde un punto de vista ideal, permite que nos situemos en nuestra realidad para después analizarla, debatirla y criticarla, sacando finalmente un conjunto de conclusiones y, por tanto, adquiriendo experiencias y aprendizajes. En los ARG, esta tarea corre a cargo de la narrativa, hilo argumental que marca el desarrollo de la acción.
Así pues, los participantes en juegos de realidad alternativa encontrarán, conforme se sumerjan en la historia, numerosas piezas de información, dispersas, que deberán ser reordenadas para conseguir entender y comprender lo que está sucediendo. Una narrativa atractiva generará un robusto vínculo con el jugador, que deseará de forma voluntaria intervenir y contribuir, junto con el resto de los participantes, a desentrañar la trama en la que se ha visto envuelto.
Por su parte, la ingente cantidad de herramientas comunicativas disponibles en la actualidad, aparecidas al calor de las nuevas tecnologías, permite tanto la distribución de las mencionadas piezas de información a través de numerosos y variados medios, lo que se conoce como relato transmedia, como forzar la adquisición de conocimientos y competencias sobre el empleo de aquellos.
Finalmente, para que el sentimiento TINAG (Esto no es un juego) descrito con anterioridad pueda llegar a percibirse, las experiencias basadas en realidad alternativa necesitan apoyarse en un sustrato real, cotidiano, creíble y alcanzable por parte de los jugadores, sin que por ello deban quedar restringidos factores como la aventura, el misterio o la acción.
En conjunto, un ARG proporciona una trama disgregada que puede reconstruirse a partir de la información distribuida a través de numerosos medios, principalmente derivados de las nuevas tecnologías, cuyo éxito no solo depende de la participación de los jugadores sino de la manera en la que estos participan, colaborando activamente como si de una mente colectiva se tratara, en un escenario de realidad que permite la inhibición de la sensación de estar en un juego.
Llegados a este punto, en el que se tiene una visión general de los ARG, ya es posible abordar con cierto criterio la oportunidad de su utilización como herramienta educativa en el marco de las metodologías activas, pero no sin antes recordar que el objetivo es la adquisición de conocimientos y competencias por parte del alumnado, que ocupa una posición protagonista dentro del proceso educativo y en el que deberá emplear correctamente todas las herramientas disponibles, incluidas las nuevas tecnologías.
En este sentido, no cabe duda de que una experiencia ARG convierte al conjunto de la clase en el centro de una trama real, otorgándole a cada alumno una responsabilidad compartida, así como brindándole la oportunidad de conocer en primera persona los avances que el grupo va consiguiendo. Si se parte de la idea de que una buena parte de las piezas de información que se facilitan está formada por los contenidos curriculares y de que para obtenerlos y ordenarlos es necesario adquirir ciertas habilidades y competencias, tanto individuales como cooperativas, parece cuando menos poco discutible que los estudiantes entrarán en contacto con todo ello de manera voluntaria, interesada y potencialmente más exitosa que en los escenarios en los que juegan un papel pasivo, eminentemente receptivo y de marcado carácter individual.
Si en el marco educativo actual se apuesta por aumentar el grado de responsabilidad del alumnado respecto de su propio aprendizaje, trabajar las competencias cognitivas y sociales en grado similar, cuando no superior, al de los conocimientos, y potenciar el trabajo cooperativo de cara a una mejor preparación de cara a las exigencias del mercado laboral, todo ello en aras de contribuir a la mejora de la calidad de la sociedad democrática en la que vivimos, parece evidente que las metodologías activas que se empleen en la educación deberían ser capaces de satisfacer todos esos objetivos. De lo contrario, nos encontraremos ante un escenario tan cargado de buenas intenciones como estéril respecto de su capacidad de materialización.
En definitiva, tras estudiar brevemente la figura de los ARG, todo indica que se tiene delante una herramienta con un enorme potencial didáctico y que podría ser empleada con éxito como parte de las metodologías activas en el ámbito de la enseñanza.

Construyendo un Profesor de Tecnología en E.S.O.

Muchas gracias por vuestra atención y gracias a Gonzalo por este estupendo artículo que nos introduce en las enormes posibilidades de los juegos de realidad alternativa en el campo educativo. Cualquier idea o comentario serán bienvenidos aquí o en las principales redes. Y si os ha gustado el artículo, compartidlo.

Muchos retos y mucha suerte.