Pedro:
Esta semana tenemos a un invitado
muy especial, Daniel Royo, un educador en diabetes 2.0 que hace su trabajo en
el blog; Diabetestipo1 sin duda uno de los blogs de
referencia sobre la diabetes, en castellano. Con el que hemos tenido una
conversación muy interesante, sobre el tema que nos ocupa:
Diabetes y empleo; un coloquio que puede interesar tanto a empleadores, como a personas diabéticas, a los primeros para
conocer un poco la realidad laboral de las personas diabéticas y a éstas, para
afrontar un proceso de selección de personal con mayores posibilidades de
éxito.
¿Por
dónde comenzamos?
Dani: Me
gustaría empezar, reseñando lo que dice la actual Constitución española sobre
el trabajo:
Todos
los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio,
a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para
satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda
hacerse discriminación por razón de sexo.
Añado
la realidad actual, enlaces sobre las exclusiones legales por tener diabetes:
En
otras situaciones como el carnet de conducir (permiso no profesional), trabajo
marítimo o patrón de embarcaciones de recreo los permisos se otorgan para 4
años y previo informe favorable del endocrino.
Bien,
delimitado el tema iniciamos.
D: ¿Qué podríamos plantearnos ante
alguien muy joven, con diabetes tipo 1 (DM1), que quisiera trabajar en
cualquiera de esas profesiones vetadas por su enfermedad? Teniendo en cuenta,
además, que de no abordar con tiempo esas limitaciones puede repercutir en el
afrontamiento de la propia diabetes.
P: Si
por ley está definido que no se puede trabajar en estas profesiones, es que no
se puede hasta que cambie ésta. Dani;
¿Porqué planteas el caso de alguien muy joven con diabetes tipo 1? ¿Tiene algo
en particular respecto a la ley?
D: No,
no tiene nada que ver. Planteo el caso porque puede ser que algún adolescente
tenga ilusión o interés por alguna de esas profesiones sin saber que legalmente
no podrían.
Si
en tu trabajo de orientador te llegara un chico/a en este caso supuesto, además
de informarle de la legalidad (es la que es) ¿Cómo afrontarías esa
comunicación? Yo creo que puede ser delicado y afectar a la forma de ver su
propia enfermedad.
P: Desde
luego es un enfrentamiento con la realidad, y la persona debe realizar un
trabajo de asimilación de la misma. A nadie nos gusta que nos recuerden nuestra
"etiqueta" nuestro "rol social" si éste es peyorativo.
Cuando comunicamos algo así,
tenemos que poner en claro lo que es una
ley.
Es un juicio social generalista, que tiene poco que ver con la
realidad vital de la persona. La norma te dice "lo que puedes o no puedes
hacer" pero NO debemos juzgarnos por ello, solamente nos podemos juzgar
por lo que podemos controlar, por lo que es nuestra responsabilidad, por lo que
hacemos día a día.
Creo que es un buen ejercicio para la
autoestima, para protegernos de los juicios sociales, de la presión de grupo,
de los estereotipos. De todas maneras es un entrenamiento que lo realizamos
todo el mundo, y en especial "los
diferentes", sobre todo en el patio del colegio cuando el protocolo social
es más laxo. A medida que crecemos nos hacemos más prudentes y también
resistentes a las críticas.
Primero hay que explicar todo
esto y después contar lo que supone en su caso en particular y los posibles
caminos para resolverlo, tal vez creemos un activista social que cambie nuestro
mundo, quien sabe...
D: Pongámonos
ya en una situación típica. Eres conductor profesional de camión, tienes DM1 y
tienes una entrevista de trabajo. La primera pregunta es obvia: ¿Hay que sacar
el tema durante la entrevista, en el caso que no lo haga el entrevistador?
P: Sin duda yo no lo sacaría, si el estado te
habilita para ser conductor profesional, mediante un informe del endocrino. No
vamos a tirarnos piedras. Que te elijan, y con el tiempo puedes demostrar que
no te influye en tu trabajo, cuando esté demostrado que funcionas bien en la
faena puedes arriesgarte a contarlo.
D: A
los ojos del entrevistador, probablemente desinformado sobre la DM1, oír que se
padece una enfermedad que obliga a pincharse insulina le puede orientar hacia
descartar al candidato… ¿es eso así? ¿Qué se puede hacer?
P: Si
yo tengo dos candidatos con las mismas competencias profesionales (cosa muy
difícil) elegiré el que menos inconvenientes pueda tener a la hora de
desarrollar el trabajo. Aquel que a priori presente menos problemas. Aquí entra
el argumentario de venta de la persona
diabética.
Pero si dos candidatos consiguen
los mismos resultados en su trabajo a quién elijo ¿Al que le cuesta más
esfuerzo o al que menos? Tenemos que preguntarnos: ¿De qué esfuerzo estamos
hablando? ¿Ese esfuerzo entrena cualidades que me gustaría para el puesto de
trabajo?
Un
diabético simplemente tiene que realizar una serie de tareas previas al trabajo
para conseguir los mismos resultados. Tiene que tener una serie de hábitos
adquiridos para llegar a la "normalidad", siempre que no tenga
perjudicados otros órganos o sistemas. ¿Son deseables esos hábitos para la
empresa?, ¿Es verdad que están más desarrollados en los diabéticos, que en una
persona con hijos, por ejemplo? Muchas veces estos hábitos son fundamentales y
muy positivos para el trabajo.
Un estilo de vida, disciplinado
y saludable. Gran capacidad de autogestión. Resiliencia, locus de control
interno, "Somos responsables de nosotros mismos".
D: Podríamos
decir que estamos acostumbrados a tomar decisiones…y decisiones importantes
como son las relativas a la salud propia.
Nos
hacemos 6-7 glucemias al día y eso significa comprobar si nuestras acciones han
sido acertadas 6-7 veces diarias…estamos acostumbrados a la evaluación continua,
tanto por nosotros mismos como por el equipo médico que nos trata.
P: Muy bueno el aporte. ¿A alguno
de los lectores se le ocurre algún argumento más? Si hay alguna aportación
valiosa, podemos hacer un post, solamente con el argumentario diabético. Pero
las palabras son muy bonitas, yo al entrevistador le llevaría un certificado
médico detallando cuanto tiempo hace que no he tenido una crisis.
D: Bueno,
es que “crisis” las tenemos día sí y día no…hipoglucemias e hiperglucemias. Con
trabajo y constancia se pueden prevenir, pero los Expedientes X existen y están
ahí….es muy típico que desayunando lo mismo todos los días, tus cifras de
glucemia puedan variar mucho.
P: ¿En qué consisten las crisis? a
nivel práctico, a nivel laboral. ¿Habrá de diferente grado, y de mayor o menor
frecuencia? ¿Algún trabajo de investigación al respecto? ¿Cuántas horas de
trabajo mensuales se pueden perder como media? ¿Necesito tener un equipo de
emergencia especial en mi empresa? ¿Cómo
las resuelvo si suceden en el trabajo? Imagino que esto es lo que quiere saber
el de RRHH, o el empresario antes de contratar a alguien.
D: Con
DM1 la estabilidad glucémica es compleja y suele ser un gran caballo de
batalla. Las hipoglucemias (glucemias inferiores a 60) suelen ser lo más
problemático dentro de una jornada laboral porque, en
ese momento, apenas puedas hacer nada, ni a nivel físico ni mental…debes
ingerir hidratos de carbono inmediatamente y parar la actividad que estés
haciendo, con prevención y trabajo puedes evitar algunas, pero a veces hay
auténticos Expedientes X que no hay forma de prevenir ni de explicar.
La
frecuencia de hipoglucemias es variable, con la paradoja que si estás muy bien
controlado tendrás más posibilidades de tener hipoglucemias. No es extraño
encontrarte personas con 3 o 4 hipoglucemias a la semana, pero ya digo que es
muy variable.
P: Con
estas contestaciones me está entrando un miedo terrible en contratar a alguien
diabético, te van a tirar piedras. ¿Esto es un máximo? ¿Cuánto tiempo tardas en
recuperarte y ponerte de nuevo a la faena? ¿Tú, laboralmente, cuantas horas
pierdes al mes, o al año?
D: Sí,
la verdad es que suena un poco mal, ahora que lo dices…realmente las
hipoglucemias más frecuentes son leves, en 15 minutos estás plenamente
recuperado para cualquier tarea….si alguien tiene dudas que se lea este
magnífico artículo de la
Fundación
Diabetes, de ahí extraigo que el 15% de las hipoglucemias leves se
producen en horario laboral y que no tienen especial impacto en el trabajo.
Sólo el 2.55% de las hipoglucemias graves necesitaron más de 2 horas para
reanudar su trabajo.
Por dar cifras exactas,
cuando yo he desempeñado un trabajo físico, era
normal tener 1 hipoglucemia leve cada 2 días, de media…pero nunca he
dejado de realizar mi trabajo, simplemente paraba a tomar un zumo o unas
galletas, reducía un poco la intensidad y a los 15 minutos estaba de nuevo
plenamente operativo.
En
el otro extremo están las hiperglucemias (por encima de 250), a nivel laboral
habría problemas si entras en cetoacidosis y se mantiene durante varias
horas…con cetosis no se debe hacer ningún tipo de esfuerzo físico. Las
hiperglucemias con cetosis son poco habituales.
P: ¿Cuál es su frecuencia, cuantas
veces al año suele pasar?
D: Para que te hagas una
idea en 10 años yo no he tenido ninguna cetosis, ni dentro ni fuera del
trabajo.
Cualquier
persona con DM1, bien entrenada, sabe resolver estos problemas…
P: ¿A qué llamas resolver los
problemas, a que no ocurran o a paliarlos cuando suceden? lo fundamental es
saber las repercusiones que van a tener en el trabajo a desarrollar.
D: Salvo
las pérdidas de conciencia (y eso no suele ocurrir casi nunca) los que tenemos DM1
solventamos nosotros solos las hipoglucemias e hiperglucemias, sabemos que
tenemos que tomar hidratos de carbono rápidamente…realmente la prevención y la
educación diabetológica son claves…contra más experiencia tienes mejor
previenes posibles situaciones anómalas, pero como casi todo hay que
trabajártelo y la DM1 no es una excepción, hay que currarse un buen control y
evitar la mayor parte de problemas.
P:
Lo ideal sería una
comparación entre las horas "perdidas" por diabetes y por ejemplo con
gripe o con otra enfermedad que la gente conozca y no le tenga miedo. ¿Algún
lector nos podría proporcionar algo así?
D: Otro
aspecto curioso de la DM1, es el relativo al certificado de minusvalía; si no
tienes complicaciones (ojos, riñón, etc.)
no te dan un porcentaje superior al 33%. ¿Se podría usar esta situación (incongruente legalmente) a nuestro favor? Si no nos dan
incapacidad alguna es que podemos desempeñar nuestro trabajo…
P: Dani, ¿Entonces dan un Certificado de discapacidad
menor del 33%? ¿Sirve para algo? ¿Planes de Integrales de empleo, bolsas de
trabajo? ¿Sabes algo?
D:
Normalmente
dan un 15%, un 18%, lo que toque ese día (ya sabes), lo cual no sirve para nada.
P: Si no tienes certificado de discapacidad, eres
como cualquier persona, es decir, no
tienes ninguna ventaja de discriminación positiva. Puedes desarrollar todos
los trabajos excepto los reservados para discapacitados. Con certificado,
puedes desempeñar ambos. Es más beneficioso tenerlo. Las personas con
certificado pueden optar a cualquier trabajo siempre que esté de acuerdo el
empleador.
D: Ya
hemos pasado la selección. Nos deberían hacer un reconocimiento médico…en él,
si nuestro trabajo no tiene nada que ver con la diabetes, el responsable médico
no indicará nada…dirá que somos aptos para el puesto y ya está.
La
confidencialidad debe estar asegurada y nuestro jefe no debería saber de
nuestra enfermedad salvo que nosotros lo contemos…pero eso es la teoría.
Solemos
recomendar, una vez comenzado el trabajo y demostrado un poco nuestra valía,
comunicar nuestra condición de personas con diabetes…la razón es que antes o
después tendremos una hipoglucemia, una comida de trabajo, tendremos que ir al
endocrino…
¿Es
una buena recomendación? ¿Qué factores debemos tener en cuenta para esto?
Influye tamaño de la empresa, su organización…
P: Creo que es una buena recomendación a nivel
general, pero siempre tenemos que tener en cuenta y conocer la política tanto
escrita como no escrita de la empresa en concreto. Intentaremos informarnos de
otros casos dentro de la empresa, y cómo ha reaccionado ésta y actuaremos en
consecuencia.
De todas formas al final es una
cuestión de personas, si tu jefe, conoce tu trabajo y lo haces bien,
seguramente será tu mejor aliado y le importará muy poco si eres diabético o
dia-sevillista.
Seguro
que estáis hartos de escuchar el chiste.
D: Nah, está bien el chiste….me gusta más
ese chiste, que lo de somos dulces…
P: Si una empresa supera los 50 trabajadores, está
obligada a tener en plantilla el 2% de personas con certificado, como mínimo,
según la LISMI Ley de Integración Social del
Minusválido. Cualquier empresa sobre todo si es de este tamaño, está
interesada en contratar discapacitados que realicen bien su trabajo. Le supone
cumplir con la ley y recibir beneficios fiscales.
Por
cierto los resultados del reconocimiento médico son secretos, están protegidos
por ley, no creo que la mutua o el médico de turno se arriesgue a filtrarlos.
D: A
veces las empresas pueden investigar a los candidatos antes de decidirse por
uno. Participar en foros sobre diabetes, tener en facebook fotos pinchándonos
insulina o cosas similares…y sin embargo, “ocultarlo” durante una entrevista de
trabajo puede parecer incongruente. ¿Es así como lo expongo o puede parecer una
paranoia mía?
P: La red es la plaza del pueblo,
cada vez más los reclutadores buscan información del candidato en la red.
Imagino que tampoco muy exhaustiva, dependerá del puesto al que optemos. De
todas formas, si queremos tener algo oculto, no contarlo en internet.
Yo optaría por utilizar dos
perfiles diferentes, uno personal, mediante un seudónimo. Y otro profesional
donde mostremos solamente nuestras facetas más asépticas, orientado a la
búsqueda de empleo y a la creación de nuestra marca personal, que se llama
ahora.
Google perdió recientemente un
juicio contra la Unión Europea con respecto al derecho de cualquier persona a
hacer desaparecer datos personales publicados en la red. Ganó el "Derecho
al olvido" por lo que esta empresa ha habilitado una herramienta para
solicitar el borrado de información personal. Aquí el enlace.
D: Parece que cuando vayamos a una
entrevista tengamos miedo por el qué pensarán cuando les diga que tengo
diabetes…igual ese miedo nos haga transmitir menos seguridad en la entrevista.
Lo del argumentario diabético me ha gustado…eso era la reformulación positiva,
¿no?
P: Siempre
tenemos miedo, si no por la diabetes, por si tengo suficiente experiencia,
nivel de inglés, si me expreso bien, etc... Ten en cuenta que es una oportunidad,
con un resultado de éxito o fracaso, sin medias tintas. El nivel de tensión
suele ser alto y los pensamientos ansiosos se disparan por cualquier cosa.
Podemos aprender a gestionarlos mediante relajación, visualizaciones,
preparando la entrevista, pero cierta tensión va a estar presente, lo cual es
bueno, pero tenemos que transformarla en algo positivo, en un reto.
Respecto al argumentario, sí se
llama reformulación positiva, aunque lo
puedes llamar como quieras, pero es más real que los prejuicios que puede tener
alguien que no conozca la enfermedad.
D: Para
acabar, que te pregunto cosas a ti… Antes que habláramos de hacer este post, ¿Qué
sabías de la diabetes?
P: Sabía,
lo que se estudia en la facultad, todo el lío de las hormonas, a nivel médico y
un par de hipoglucemias que me he encontrado por ahí, la última hace un par de
meses, una madre del cole, que la tuve que sujetar y llevarla a un banco, hasta
que se le pasó y pudo irse a casa, no tardó ni media hora en superar la crisis.
La chica llevaba sobrecillos de azucar en el bolsillo.
D: ¿Te
has encontrado algún caso en tu carrera profesional?
P: Sí, tres o cuatro casos me he
encontrado, siempre como clientes de orientación, nunca como candidatos para
seleccionar
.
D: ¿Conocías
alguna de estas limitaciones legales?
P: Lo cierto es que no, nunca ha
coincidido, un cliente diabético que quisiera ser policía o militar, por lo que
no me había informado sobre las restricciones legales.
Bueno pues de momento creo que
hemos concluido, ha sido una experiencia muy enriquecedora me ha ayudado a
conocer y por tanto a deshacerme de algunos prejuicios que pudiera tener,
muchas gracias a Dani y a todos ustedes por la lectura.
Si
tienen alguna pregunta, apunte o comentario que nos ayude a poner luz sobre el
tema que nos ocupa nosotros encantados de recibirla.
Saludos y suerte.