jueves, 30 de mayo de 2013

Inteligencia.

             Tradicionalmente la inteligencia se define como la capacidad para resolver problemas; matemáticos, de comunicación, físicos, perceptivos. Como una herramienta de adaptación al medio. Pero lo más relevante de la inteligencia humana es la capacidad de crear información e inventar y elegir los fines. El creador mira a la realidad, fija sus propias metas, selecciona, crea su propia información y no siempre en este orden; lo que también altera su forma de procesar la información. La inteligencia humana se auto-determina (lo que pensamos sobre ella, determina lo que es).  José Antonio Marina.1993

             Los humanos somos especialistas en la creación de sistemas de pensamiento. Es decir sistemas para comprender e intervenir en la realidad. Las matemáticas, el método científico, la ética, la filosofía, la política, las leyes, son sistemas que interpretan la realidad y crean información nueva que retroalimenta el sistema y cambia las reglas de funcionamiento.

            También sucede a nivel individual, frente a un mismo estímulo, por ejemplo un olivo, no percibe lo mismo un agricultor, que un pintor. Sus inteligencias están preparadas para hacer diferentes preguntas e interpretar la realidad de diferente forma, todo producto del objetivo elegido. El pintor quiere reproducir la belleza y el agricultor obtener una buena cosecha. Si la información obtenida es relevante o no para la obtención del objetivo hará que mantenga su forma de procesarla o la cambiará. Si es inteligente.

        Esta forma de entender la inteligencia humana tiene implicaciones muy importantes en nuestra vida. Nos hace libres y responsables, nos permite conocer lo que somos y lo que podríamos ser. Nos muestra el camino, nos da sentido. Coloca al hombre de nuevo en el centro del universo y lo hace responsable de su destino. Ya nada es relativo, las ideas, las actitudes, la conductas, son "buenas o malas" en función del objetivo a lograr.

            "Un gran poder, implica una gran responsabilidad"  Nunca el objetivo, la ideología, debe perder de vista a las personas. En el momento que esto ocurre, el sufrimiento comienza extenderse por la tierra, como tantas veces ha pasado en la historia. 
  
                El Objetivo del hombre, de la sociedad, es lo que siempre ha buscado a lo largo de la historia; la justicia y la felicidad en el sentido clásico de los términos, es decir la resolución de los conflictos, la armonía social y el aumento y desarrollo de posibilidades individuales. La dignidad del hombre.

               Mira dentro de ti. Observa que podrías llegar a ser y ponte en marcha. Tener un objetivo y comenzar a caminar hace que la información que te llega se interprete de otra forma, comienzas a ver su posible utilidad para tu proyecto. La mente se despierta, está alerta, comienzas a ver posibilidades nuevas que nunca habías considerado, pruébalas.     Si no encuentras un gran objetivo, busca uno "pequeño" que sea factible, porque el verdadero objetivo es disfrutar del camino.
                Te vas a morir igual.

jueves, 23 de mayo de 2013

Inteligencia Actitudinal: Orientación al Aprendizaje (2ª parte)


         La semana pasada comencé hablando sobre La Orientación al Aprendizaje en su dimensión individual, pero es una actitud de una importancia social fundamental, por lo que esta semana la dedico a la presencia de esta actitud en las organizaciones, en las empresas, en las entidades sociales.  
               
               -Durante la infancia (0-6 años) estamos totalmente orientados hacia el aprendizaje y nuestra herramienta fundamental es el juego, tanto físico como simbólico. Nuestra curiosidad es extrema tenemos todos nuestros mapas cognitivos vacios y una predisposición genética por aprender y comprender lo que nos rodea. No tenemos prejuicios, nuestros esquemas mentales son provisionales, centrados en el aprendizaje del yo y mi mundo. En esta etapa los niños se caracterizan por preguntarlo TODO. Aunque estas preguntas tienen dos funciones fundamentales, por una parte el aprender, pero también el deleite por la atención despertada. Tal vez la dependencia por la atención que tienen los niños, sea una herramienta para potenciar el aprendizaje...
                -A partir de los 6, entramos en la pre-adolescencia el "querer aprender" comienza a estar modulado por "los otros" El niño se hace consciente de que es un ser social, comienza a sentirse evaluado, a sentir vergüenza y culpa. Lo que más le interesa aprender  es todo lo relativo a las relaciones interpersonales, su cultura y su "yo social". Comienza a sentir la influencia de los otros, la presión social. La orientación al aprender se ve mediatizada por la deseabilidad social. Por lo que si nos encontramos en ámbitos positivos hacia el aprendizaje asimilaremos esta actitud como positiva y lo contrario; si estamos en ambientes estúpidos.  
                Aunque no es todo o nada, sino más bien una atención selectiva hacia determinados aprendizajes. Nuestro grupo de iguales puede potenciar el aprendizaje psicomotriz, (jugar al futbol) y censurar el aprendizaje escolar (preguntar en clase puede comenzar a ser un problema) Por lo que podemos determinar que hay entornos que lo facilitan y otros que entorpecen determinados aprendizajes. Si podemos, debemos elegir nuestro entorno, -Si no te gusta la playa, ve a vivir a la montaña-. Si no estamos adaptados a nuestro entorno puede que tengamos problemas.
                -¿Quien no se ha mordido la lengua para no "parecer tonto"?
                -"Ya está el cansino de Gutiérrez con sus preguntitas..."
                Generalmente tiene más problemas una persona orientada al aprendizaje en una organización estúpida y conservadora, que un estúpido en una organización orientada al aprendizaje. Pues el primero va a chocar contra el sistema tarde o temprano. Mientras que al segundo le dejan tranquilo en su parcela y pasa desapercibido. También se puede aprender que en esta empresa, no hay que aprender cosas nuevas, solamente hacer lo de siempre.
                Las empresas, organizaciones, estados, generalmente son entidades que no están orientadas al aprendizaje. Hacen lo que hacen hasta que mueren o les fuerzan al cambio. Y en medio de La Revolución Digital y Social en la que estamos inmersos, muchas de ellas van a morir y están muriendo si no abren los ojos hacia el aprendizaje continuo.
                Lo bueno de las actitudes, es que son conscientes y las podemos elegir, tanto individualmente, como a nivel empresarial. Podemos explicitar que es lo que buscamos. Activar protocolos de actuación, sistemas de interacción, estilos de mando, que nos conduzcan a nuestro objetivo. Crear cultura empresarial orientada al aprendizaje.
                Existen tres niveles de intervención. Utilizaremos a Google como empresa para que se comprenda mejor.
                -A nivel individual. Potenciar la autonomía personal. Google permite que sus trabajadores dediquen el 20% de su tiempo, un día de cada 5 al desarrollo de proyectos personales. Imagino que dentro de su profesión.
                -Sistemas de interacción y comunicación. En Google es muy fácil cambiar de grupo de trabajo, intranet transparente, cualquier trabajador puede acceder a las herramientas de la empresa, reuniones técnicas.
                -Organización del poder, cultura empresarial. Los mandos animan a que se comparta información, a que se innove continuamente, a la "tormenta de ideas". Son facilitadores, dinamizadores del proceso.
                Una empresa, una sociedad inteligente, debe tener una doble misión: aumentar las posibilidades de desarrollo de la misma y el aumento de las posibilidades de cada uno de sus partícipes. ¡Dios mío, una valoración ética! Y encima genera compromiso, sentido, engagement, incluso dinero... ¿A alguien le suena la economía del bien común?
 
Un libro: La inteligencia fracasada. José Antonio Marina. Ed. Anagrama. 2004

viernes, 17 de mayo de 2013

Inteligencia Actitudinal: Orientación al aprendizaje (1ª parte)


                En primer lugar quiero señalar que no se trata de la capacidad de aprender, sino de una actitud: Buscar activamente el aprendizaje, en cualquier momento y situación.
                ¿Cualquier tipo de aprendizaje? Existen multitud de campos de conocimiento (en el más amplio sentido de la palabra) lo ideal sería saber de todo. Nunca sabemos de dónde pueden surgir las ideas que necesitamos. Pero el gran problema es el tiempo, para aprender necesitamos tiempo ¿Es rentable invertir nuestro tiempo en el estudio de la lista de los reyes godos? Sin duda, esto potenciará nuestra capacidad de memoria, pero es más rentable aprender las tablas de multiplicar, que igual ejercitan la memoria y encima son útiles para multitud de problemas.

                Tenemos que focalizar y planificar nuestro aprendizaje tanto a nivel formal (formación académica, cursos,) como a nivel informal (¿qué páginas visito en la red?, ¿qué información me interesa en una conversación?¿Qué programas de TV?). Es decir, seleccionar y priorizar lo que queremos aprender. Esto ya lo hacemos, ya que la mayoría de nuestro aprendizaje es significativo, es decir aprendemos en función de nuestro conocimiento previo. Generalmente "vemos aquello que queremos ver o lo que estamos entrenados para ver" Y también aprendemos en función de nuestro objetivo ya que en función de éste seleccionamos nuestro punto de vista y la información percibida.
                Percibimos y aprendemos en función del pasado, lo que sabemos, y en función del futuro; lo que buscamos.
                El ser humano tiene verdadera pasión por el aprendizaje y el descubrimiento, está en nuestra esencia, cuando nacemos estamos "vacios" solamente tenemos predisposiciones genéticas y la pasión por aprender es la más básica ya que con ella construiremos toda nuestra realidad.  Pero ¿Dura para siempre? En muchos casos sí, muchas personas están aprendiendo y trabajando en proyectos hasta el fin de sus días. Véase José Luis Sampedro, a quien rindo homenaje desde aquí, muriendo a los 96 años, escribiendo y trabajando por sus ideas.   
                Si no queremos perder la capacidad de disfrutar aprendiendo, debemos hacer el esfuerzo consciente de seguir aprendiendo día a día, evitando que se duerma esta predisposición genética, empujándola con nuestra voluntad.
                La mejor manera es marcarnos un objetivo infinito, un horizonte hacia el que caminar, una pasión, una utopía.. Como por ejemplo, un huerto.

Inteligencia Actitudinal: Orientación al Aprendizaje (2ª parte)


viernes, 10 de mayo de 2013

Debes ser positivo.


               El espíritu de los tiempos o como decía Hegel (Zeitgeits) es como el aire, no tiene color, sabor, ni olor, nos inunda, lo respiramos y en raras ocasiones lo percibimos, pero debemos estar atentos pues en ocasiones es tóxico.

               -Debes ser positivo, optimista, alegre, siempre contento,  siempre sonriendo,  "Las tele-operadoras deben sonreír constantemente ya que los clientes detectan esta actitud al otro lado de la línea telefónica"

              -Somos la cultura de la acción, de la velocidad, del zapping, de surfear por la red, del progreso indefinido, del estrés, de la cocaína, del infarto... Es raro que una persona lea un artículo en internet de más de diez líneas.  Lo que triunfa son las frases motivacionales; "Just do it" y los cartelitos simpáticos.
Gracias Quino, por tu humor.
 
 
               Las emociones y sentimientos son herramientas evolutivas que la humanidad ha utilizado durante miles de años para la adaptación al medio, tanto físico, como psicológico y social, por lo tanto no se pueden calificar como positivas o negativas, buenas o malas sin tener en cuenta la situación en la que se encuentra inmersa la persona. La tristeza es el sentimiento negativo por antonomasia, nadie quiere estar triste, "debemos huir a toda costa de la tristeza"; al menos es lo que demanda la sociedad actual.

               Pero según la selección natural, si existe la emoción, es porque es útil a la especie y por lo tanto cumple sus funciones. La tristeza tiene una dimensión social y otra personal.

               -Socialmente induce a la cohesión grupal, a la conducta de ayuda entre los pertenecientes al grupo. También es la base de la compasión, ¿Dónde estaría nuestra sociedad sin la capacidad de comprender la tristeza y el dolor del otro?

               -A nivel personal, es una emoción reflexiva, nos induce a focalizar nuestro interior. Dejamos de interesarnos por el exterior y nos centramos en nuestra vida mental. Nos ayuda en la asimilación de pérdidas tanto físicas como simbólicas, (El proceso de duelo y sus fases es bien conocido por la psicología, se da siempre que se produce la pérdida de algo significativo para la persona, desde alguien cercano, hasta la pérdida  del trabajo) Permite realizar un trabajo mental muy importante que es la aceptación de la pérdida y el manejo de la frustración que conllevan. Nos permite realizar una reestructuración cognitiva que nos ayuda a enfrentarnos a los problemas con más flexibilidad.

               La paz que se siente tras un buen berrinche es como una limpieza, una catarsis tanto mental como física. Tras la tormenta, una calma serena y limpia que nos ayuda a pensar con un punto de vista totalmente diferente.

               Si nos negamos a estar tristes, nos será imposible hacer esta reconstrucción mental, nos negamos a un aprendizaje vital que nos muestra nuevas herramientas, valores y actitudes que nos ayudan a tener una vida más completa y feliz. Es como un drogadicto que se chuta por miedo a ver la realidad, pues piensa que es horrible; siendo en verdad maravillosa.    

jueves, 2 de mayo de 2013

Elogio a la experiencia.


                Hace unos días una clienta: Ingeniera, en busca de un puesto de alta cualificación y responsabilidad me sorprendió con la siguiente pregunta. ¿Supone un obstáculo, un hándicap, el tener cuarenta y tres años, para encontrar trabajo?
                Sin duda, mi respuesta ante su caso en particular fue un rotundo no, posiblemente para un puesto como directora de departamento sería de las candidatas más jóvenes. Posteriormente pensando en la situación del mercado laboral y la cultura empresarial española en particular:
                Muchas empresas en la actualidad están realizando una fuerte restructuración de personal, si no desapareciendo directamente. Lo que supone que muchos profesionales en pleno apogeo de su carrera profesional, de más de cuarenta años se ven avocados a la búsqueda de empleo. Circunstancia que está suponiendo como poco, una transición y en casos más graves una crisis profesional y vital.
                La característica más importante de la búsqueda de empleo es la incertidumbre sobre el futuro, esto unido a la edad, y a las nuevas demandas de competencias que nos pueden exigir los puestos a los que optemos, demandas que podemos tener oxidadas o que son totalmente nuevas. Puede hacer surgir el miedo, incluso pánico en muchas personas. Lo cual sí puede resultar un hándicap psicológico y auto-impuesto.

               ¿Puede ser que las empresas, por determinados prejuicios, o simplemente para tener menos candidatos, recorten por la edad y que sea una práctica tan habitual que esta variable suponga un problema para la inserción profesional de este colectivo?
 
 
 
 
                En la cultura occidental llevamos muchos años mitificando la juventud, uniendo esta cualidad, que no tiene ningún mérito, con todo lo bueno de la vida, belleza, alegría, motivación, inteligencia, dinamismo, nuevas tecnologías.
                La última: "los nativos digitales", los que tienen menos de 35 tienen capacidades mágicas en el misterioso mundo 2.0. Hace falta ser tonto, para creerse algo así. El que sabe comunicarse le da igual lápiz y papel, las redes sociales o un blog, solamente son herramientas, solamente necesitamos una actitud abierta al aprendizaje, y ponernos al tajo.
                Desde aquí, reto a cualquier persona que me indique una cualidad que tenga la juventud (aparte de menos años, obviamente) que sea más positiva para la empresa y que no la pueda tener una personas de más de 40 años.
                Sin embargo sí hay una cualidad muy importante que tenemos los "sénior" los "adultos" profesionalmente hablando y es:  la inteligencia operativa, el ojo clínico, detectar casi automáticamente, donde está la causa del problema y saber qué pasos dar para poner en práctica la solución. Es algo que solamente lo proporciona la experiencia.
                Una persona de 20 años puede ser campeón en una olimpiada matemática, igual que una de 50, pero nunca podrá ser tan buen médico, fontanero, director de equipo de ventas o gerente. Simplemente porque no ha tenido tiempo de desarrollar y automatizar todos los procesos cognitivos necesarios para la práctica de su profesión. Solamente enfrentándose, una y otra vez, a los problemas que se plantean en el día a día de un oficio, puede aprender a diagnosticar y a poner en práctica las soluciones adecuadas, con rapidez y eficacia.
                Donde mejor se aprecian los efectos de la experiencia es precisamente en los trabajos manuales, en la inteligencia psicomotriz (la que se utiliza para el uso herramientas u objetos físicos) pese a que los trabajos físicos "parecen más adecuados para personas jóvenes". Obsérvense a dos albañiles trabajando el yeso uno de 50 y otro de 20 años. El primero; mínimo movimientos requeridos, sin esfuerzo, gracilidad, por eso resulta tan hipnótico el ver a alguien que trabaja bien, es como ir al ballet. El de 20 años está en una pelea a brazo partido con el yeso, termina exhausto, con yeso hasta en las orejas y encima su rendimiento objetivo es pésimo en relación a su compañero.
                En muchos trabajos no hay teoría que aprender, en especial en todos aquellos en que las tareas están menos definidas, como pueden ser la gestión de personas o toma de decisiones.  Solamente practicando se aprende, para lo que es necesario el tiempo y la experiencia.
                Así que pido a todos los responsables de selección de personal que no se dejen llevar por los estereotipos sociales, que seleccionen a las personas en función de sus capacidades, competencias, actitudes. Detrás de cada currículum hay una persona y debemos tener una justificación ética para la elección de la más adecuada para el puesto. No podemos contribuir a que se tome como verdad algo, que solamente son prejuicios.
               Nosotros también tendremos 50 años y el mercado laboral es muy "flexible".