La
pregunta del millón de dólares, como
vimos en el artículo anterior, en la búsqueda de empleo tenemos dos
posibilidades, acercarnos al cliente o atraer al cliente hacia nuestro
producto. O Mahoma va a la montaña o la montaña a Mahoma. Pero una vez tenemos
al cliente delante de nosotros tenemos otras dos opciones.
Esperar
a que al cliente le entren ganas o podemos intentar despertarlas, le podemos dar de beber mucha
agua, o mejor; cerveza, así seguro que le entran rapidamente. Sí, porque al
segundo vaso, el agua te sale por las orejas y con la cervecita lo puedes tener
más rato entretenido.
Para
resolver este problema, despertar el
deseo del empleador tenemos tres cuestiones básicas, todas ellas se
interrelacionan y tienen una causalidad circular y si no funcionan las tres, no
funcionará ninguna:
1º Comprender qué necesita y qué necesitará el
empleador.
Estamos
ante un caso hipotético verdaderamente difícil,
aunque el más común en la actualidad,
el empleador no se ha planteado
contratar a nadie. En las empresas, al menos en las que conozco, en la época
actual funciona una máxima: "Si algo funciona, no lo toques" y
"Los experimentos ni con gaseosa" Así que tenemos que ponerle frente a la cara, tenemos que mostrarle, los
problemas, los retos que tiene, los que tendrá en un futuro y mostrarle las
soluciones que proponemos.
Los desempleados, los buscadores de
proyectos, somos los agentes de cambio, somos los que tenemos que proponer
ideas al sistema, somos los más perjudicados y los que tenemos que mover más el
culo, dibujando un futuro mejor, ilusionando. Tenemos que ser los más
optimistas, los que más trabajemos por el cambio en las empresas, y si no lo
logramos; crear las nuestras. Muchas
están "muertas" porque tienen miedo, necesitan gente nueva y valiente,
nosotros lo hemos perdido todo, no podemos tener miedo a proponer soluciones. Joder Pere, que me entra el rollo
Braveheart; ¡Por la libertaaaaaaad!
2º Atraer y mantener la atención del empleador.
Cuando
nos llega cualquier información por nuestros sentidos, automáticamente nuestra
mente hace una evaluación, ¿Es peligrosa o no? y a continuación la siguiente
¿Es relevante para nuestros objetivos?. Éstas se hacen prácticamente a nivel
inconsciente. Que se lo
digan a mi mujer; si estoy escribiendo,
me hace girar la cabeza y mirarla a los ojos, porque de lo contrario aunque le
conteste, no me entero de nada. Así
que estas son las preguntas que tenemos que resolver, la primera demostrar que
no somos peligrosos y la segunda que no va a perder el tiempo escuchándonos.
3º Demostrar que tu solución es la
adecuada.
Tenemos que ser expertos en
nuestro ámbito de trabajo, demostrar que conocemos nuestro sector a la
perfección, sus principales problemas y los que se esperan. Si propones un proyecto tienes que tener más
información que la que tiene el empleador. Anticipar y preparar todas las
posibles preguntas para disipar sus dudas.
No hace
falta que sea un proyecto faraónico, no vamos a poner patas arriba la empresa, al menos si no nos lo piden.
La propuesta puede ser grande o pequeña,
tal vez realizar algunas tareas de refuerzo, unas horas a la semana, publicar
algunos artículos en la web de la empresa, invitar a que participen en tu web. La cuestión básica es tener abierta la
comunicación y la participación con la parte contratante, para que cuando surja una oportunidad, tu estés ahí. Sí y luego contratan al sobrino
del jefe...
Bueno,
una semana más, muchas gracias por aguantar el chaparrón. Si os ha gustado compartidlo y si tenéis
algún comentario o sugerencia encantado de recibirlo aquí o en las redes
sociales. Enlazad conmigo. Un saludo y suerte.
El enigma de
la foto.
Este es un juego que os propongo cada semana, cada artículo tiene una foto y os
pido una interpretación, (a responder durante la semana) lo que se os
ocurra, nada está bien o mal, nada es incorrecto, yo a la semana siguiente os
cuento por qué razón la he puesto en el artículo, esta es la foto de la semana
anterior: Estrategias
en la búsqueda de empleo.
En la foto podemos
observar los ventanales de la biblioteca en la Universidad de Salamanca. La luz
representa nuestras fortalezas, las aptitudes con las que contamos por
naturaleza o aprendidas a lo largo de los años y la ventanas es la estrategia
para guiarlas y conseguir nuestros fines, leer, el propósito de la biblioteca. Es fundamental encauzar nuestras fortalezas
para conseguir nuestros objetivos, es decir, contar con una estrategia.
¿Qué os parece la de esta semana? ¿Qué os parece esta simpática obejita?
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