jueves, 6 de febrero de 2014

Relación cuerpo-mente.

                La semana pasada no publiqué ninguna entrada, la única escusa que tengo, es un gripazo de los gordos. Precisamente me ha servido para hacer un pequeño experimento. Si recordáis mi artículo anterior. Para tener una fuerza de voluntad firme, es necesaria una base biológica sana, es decir "Mens sana, in corpore sano" En la actualidad es una de las fronteras del conocimiento; la Fisiología de la Conducta, teniendo como principio fundamental, que la función última del sistema nervioso es la conducta.


                Bueno a lo nuestro; tenía el "corpore" hecho unos zorros, solamente el ir a buscar a mis hijos al colegio era un suplicio. -¿Qué ocurrió con mis pensamientos, con mi motivación? Lo cierto es que iban por el mismo camino. La atención pasó de estar centrada en el ambiente a entrarse en sí mismo, en mi cuerpo, en los síntomas de la enfermedad. El presente y el futuro era negro el pesimismo lo impregnaba todo. Sentimientos negativos a flor de piel...

                -¿Que ocurrió con mi conducta, con mis acciones de buscar trabajo? Lo cierto es que envié un par de currículums, pero mi conducta pasó a "modo supervivencia", es decir, hacer lo mínimo para vivir y capear el temporal. La vida social casi nula, redes sociales, blog, todo abandonado. No tenía sentido, carecía de valor. Lo único importante era recuperar la salud.  El tiempo pasaba despacicooooo...

                Total, una máquina que de momento estaba estropeada, pasaba por el mecánico y tras un corto periodo de tiempo a funcionar de nuevo. ¡Qué fácil! Pero lo cierto es que los humanos somos un poco más puñeteros. Nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, nuestra conducta, nuestra vida social, todo está interrelacionado, facetas de un mismo prisma que se potencian o se deprimen unas a otras en espirales virtuosas o degradantes, dependiendo del caso.

                Cuando no tenemos trabajo, tenemos lesionada una parte importante de nuestra persona,  fundamentalmente de nuestra vida social;  al menos con respecto a las creencias dominantes de nuestra sociedad. La falta de empleo y de recursos económicos están trabajando como un peso muerto que nos empuja hacia una de estas espirales degradantes.

                Debemos compensar  este lastre intentando potencia todos los demás aspectos de la vida que nos proporcionen placer y fundamentalmente autoestima. Yo solamente conozco una cosa con el poder suficiente para contrarestarlo: La acción; atrévete a ser libre y hacer lo que siempre has querido. Sé valiente. 

4 comentarios:

  1. Me ha gustado tu artículo. Y muy de acuerdo contigo lo condicionados que estamos social y culturalmente al minusvalorar nuestra autoestima cuando estamos desempleados, abandonando por vergüenza y malestar el área social y desatendiendo nuesto ánimo.
    Muchas gracias.

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    1. Muchas gracias por tus palabras y muy acertadas. Nuestra autoestima es como una planta que tenemos que cuidar todos los días, el trabajo es tradicionalmente una de las fuentes de donde bebemos para alimentarla. Si nos falta el trabajo tenemos, sí o sí ,que buscar nuevas facetas de nuestra vida que la alimenten. Un saludo y mucha suerte.

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  2. Me ha encantado tu artículo y como lo explicas, tienes mucha razón, me anima y me siento muy identificado, gracias!

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    1. Juan muchas gracias por leer y comentar el post. Esto también me da energía para seguir a mí. Estamos en una situación en la que debemos sacar energía de cualquier situación, aprovechar la vida al 100% Disfrutar del AHORA para trabajar hacia nuestras metas. Tal vez sea una valiosa lección que de no estar en desempleo no hubiera aprendido. Muchísima suerte en tus proyectos.

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