El pacto de la comunicación.
Estas
semanas vamos a hablar sobre comunicación. ¿Acaso no hablamos siempre sobre esto? La verdad
es que sí, la mayoría de los problemas que tenemos los humanos versan sobre la
comunicación. "No encuentro el amor
de mi vida". "No sé qué decirle". "No me entiendo con mis
padres". "Soy un desastre, ¿qué me digo a mi mismo?". Vamos a centrarnos en los problemas de
comunicación que sufrimos los
desempleados. El primero de todos, el más acuciante es conseguir que la atención del empleador se centre en nosotros
durante un par de minutos, para explicar en qué le podemos ayudar.
Preguntémonos
¿A quién le damos nosotros, la
oportunidad de expresarse y vendernos su moto? Somos humanos y tenemos una
habilidad pasmosa de prejuzgar quién es digno de nuestra atención y quién no. ¿Le darías la oportunidad de que
te cuente su historia a ese señor que está pidiendo en la puerta de la iglesia?
¿A esa testigo de Jehovah que
llama a tu puerta? ¿Al último nominado del Gran Cuñado Vip? Somos muy
celosos con nuestro tiempo y no nos gusta perderlo con cualquiera. En un mundo lleno de información, en un
vistazo juzgamos y creamos una reputación ficticia, que dictamina quién merece
la pena y quién no. Encima los de RRHH nos creemos con un ojo clínico
privilegiado, toda una vida dedicada al juicio y prejuicio personal. "Si no tiene un master, ni me
molesto en hablar con él". Así que tenemos un sistema
semi-automático que determina nuestra atención. Si no lo tienes bien educado, te vas a convertir en
gilipollas, por escuchar a gilipollas. Algunos lo llaman
Intuición y podemos entrenarla.
Si por casualidad
logramos atraer la atención de alguien durante unos segundos lo primero que
pasa por su cabeza es: "¿Quién coño eres tú?" y luego, en mi pueblo
preguntan ¿Y, de quién eres? Simplemente para ver el grado de credibilidad que
tienes, aunque parezca
mentira, la credibilidad en los pueblos, se hereda. Es decir, están preguntando por tu reputación y la de tu familia, y esta es la base para el
juicio, de si te siguen escuchando o no y lo valiosa que es la información que aportas. Si te consideran persona, que valga la pena o no. Si estás buscando
trabajo ocurre exactamente lo mismo. Te
preguntan ¿Quién eres tú, en qué me puedes ayudar? Y luego si les has dejado
marca, si se acuerdan de ti, se lo preguntan a San Google.
Así que
la primera fase para establecer la comunicación
trabajador-empleador se resuelve en pocos segundos. Es un juicio de
valor, si te consideran "humano" o no, si eres útil para sus
intereses o no. Podrían ser sinceros y decirnos a la primera que les
importamos un comino, así no perdíamos más el tiempo haciendo el tonto.
Es un pacto psicológico que puede ser de mayor o menor calidad ética y
en función de esta calidad, será también la calidad de la comunicación entre
ambas partes. La calidad ética y comunicativa depende del grado de humanidad que
reconozcamos a la otra parte, y
claro, de la fe que tengamos en la humanidad.
Si
consideramos al empleador como un negrero que solo busca nuestra explotación.
No vamos a comunicar una mierda. Si consideramos al trabajador como un vago, un
tonto, una herramienta, nuestra comunicación con él, va a ser muy deficiente. Todos los prejuicios de clase, sexo, todos
los estereotipos, son contraproducentes. Somos
dos personas que hablamos para ayudarnos mutuamente. Así que el primer
requisito es un cambio actitudinal, un cambio de valores de las dos partes
implicadas en el proceso. Esto sucede en todos los procesos de comunicación. Hasta la coronilla de que los
políticos nos tomen por tontos, creo que es un error hablar para la
mediocridad.
En las
relaciones humanas siempre funciona la profecía auto-cumplida. Tú eliges:
"Piensa bien o mal, siempre acertarás"
El
siguiente paso para iniciar una
buena comunicación; ya seamos candidato, como si somos empresa, es cuidar muy bien la primera impresión, cuidar y planificar el
encuentro, para que fructifique un "pacto entre caballeros", este
encuentro lo descomponemos en tres factores interrelacionados:
-Una llamada de atención. Conseguir que
la atención del receptor del mensaje se centre en nosotros.
-Un mensaje introductorio, verbal y no
verbal (apariencia), breve, que despierte el interés de nuestro empleador o
nuestros posibles candidatos, dependiendo si eres candidato o empresa.
-Y una reputación que avale nuestra
profesionalidad. Hablamos de Marca Personal y Employer
branding.
Así que
ya tenemos faena, podemos ponernos a reeducar nuestras actitudes, librarnos de
prejuicios y también a diseñar nuestro primer encuentro con esa persona que nos
va a ayudar a cumplir nuestros objetivos profesionales y nosotros los suyos.
Una
semana más muchas gracias por vuestra atención, cualquier idea o comentario es bienvenido,
aquí en el blog o conectad conmigo en las principales redes.
Muchos
retos y mucha suerte.
El enigma de
la foto.
Este es un juego que os propongo con cada post, cada artículo tiene una foto
(la primera de todas) y os pido una interpretación, la que se os ocurra,
nada está bien o mal, nada es correcto ni incorrecto, y en el siguiente
artículo os cuento por qué razón la he puesto y cuál es mi interpretación. Esta
es la foto del artículo anterior: Estrategia
de Comunicación Profesional.
En la
imagen vemos el desplazamiento de una onda en el tiempo y en el espacio, simboliza
el proceso de la comunicación, cómo va variando a lo largo del tiempo, como
vamos cambiando de rol, su variación emocional, es como una danza entre dos
partes, si no nos acoplamos al movimiento de la otra persona, si no
empatizamos, respetamos, comprendemos a la otra parte, fallaremos en el intento
de comunicarnos. Tenemos que estudiar sus partes, pero también todo el proceso
desde que nace hasta que muere.
¿Qué os sugiere la foto de esta semana? Una rotonda de las Fallas de este año.
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