jueves, 27 de febrero de 2014

Mantener a salvo la autoestima II. ¿Qué pensar?

                Como vimos en el artículo anterior, la autoestima es muy dependiente de la conducta, muy dependiente de lo que hacemos en el mundo real y sus resultados. Proporcionándonos   un sentimiento de eficacia, de influencia y utilidad en el ambiente que nos rodea.  Si todo fuera tan fácil... Pero la autoestima también depende de nuestros pensamientos, de cómo nos evaluamos a nosotros mismos, de nuestras creencias, nuestras actitudes, nuestros valores. Y por último de los premios y castigos que recibimos del mundo exterior.


                Sintetizando; -¿Qué hacer?. - ¿Qué pensar?  y -¿Qué obtengo del ambiente? Y los tres están interrelacionados. En este artículo me voy a centrar en la segunda parte. En cómo pensar para mantener a salvo nuestra autoestima.

                Los humanos tenemos la increíble capacidad de comunicarnos y no solo con los demás sino mucho más importante; con nosotros mismos. Tenemos la capacidad de juzgarnos y condenarnos. Esta capacidad tradicionalmente se llama conciencia. No quiero resaltar su sentido religioso, sino simplemente una función del lenguaje, que es la comunicación interna que todos tenemos en nuestra mente. Somos capaces de hablar con nosotros mismos y muchas veces, si no nos lo contamos primero, no lo sabemos... ¿Cómo...?

                Tenemos la capacidad de autorregular nuestro comportamiento, darnos instrucciones, mantener la atención, darnos ánimos, premios y castigos. Una parte fundamental de nuestra inteligencia ejecutiva.  Esta capacidad para juzgarnos, para castigarnos o premiarnos, es muy influyente en la formación de nuestro auto-concepto y por tanto, nuestra autoestima. Vamos Pedrito, que lo estás haciendo bien...

                Os voy a mostrar lo que yo procuro hacer. Es un entrenamiento durante años, como casi todo en psicología, cuanto más se practica más fácil resulta, hasta convertirlo en un hábito y hacerlo automáticamente.

                Vamos a poner en relación dos variables, por un lado la dureza o laxitud de nuestro juicio y por otra la capacidad de control sobre los resultados, de la conducta a juzgar:

                -Si en algo tenemos control, por ejemplo, llamar a un antiguo compañero, o presentar un currículum a una oferta, o pedir salir a esa chica. Si lo hacemos;  nos felicitamos, si no; castigado cara a la pared... Es una tarea que está bajo nuestro control, por lo que es responsabilidad nuestra hacerla y hacerla bien. Pero como dije en otro de mis artículos; El valiente no lo es siempre, si no lo haces: Perdónate y prepárate para aprovechar la próxima ocasión.

                -Si no tenemos control o solamente control indirecto, debemos ser indulgentes con nosotros mismos. Hemos realizado una entrevista y no nos han llamado, o la muchacha nos dice que no. Seguramente la culpa no es nuestra, hay infinidad de variables que influyen en la elección de un candidato, su novio la tiene gigantesca ¡Yo qué sé...! Nos felicitamos por el trabajo realizado, por la parte que sí es responsabilidad nuestra, un pequeño ejercicio de feedback.  ¿Qué nos ha faltado de contar? ¿Qué no deberíamos haber contado?  Y a otra cosa mariposa.

Muy importante: No somos responsables, de lo que no controlamos.

                Otro factor fundamental que influye en el control que tenemos sobre una conducta es el tiempo.

                 ¿Es una conducta pasada? ¿Podemos solucionarla ahora o en un futuro?  Si la respuesta es no, estás perdiendo el tiempo pensando en ella.  No te machaques por haber hecho algo o por no haberlo hecho. Por mucho que te preocupes no vas a arreglar nada, no puedes intervenir en el pasado. El pedófilo de 80, que sigue enamorado de la niña de 16, que claro, ahora tiene 80, pero ya no es lo mismo...

                ¿Es una conducta futura? Podemos prepararnos, entrenarnos, intentar anticiparla, pero no realicemos ningún juicio sobre nosotros mismos, y menos si es negativo. Nos podemos dar mensajes positivos, pero si están vacíos de contenido, seguramente serán efímeros y no los creeremos. Pero mira que estoy bueno. Mejor buscar situaciones parecidas en nuestro pasado, que fueron exitosas y recordar qué hicimos bien. ¿Me permite este baile señorita?

                ¿Es una conducta presente? Aquí es donde vamos a ser implacables, pero no es tiempo para juzgarnos, sino para actuar, poner nuestros cinco sentidos en lo que hacemos, toda nuestra atención y lo más importante mantenerla el tiempo necesario. Muchas veces en mitad de la tarea nos asaltan dudas: ¡No es tiempo para esto!, ¡Fuera!,¡ Concentración y acción!. Tras terminar, felicitarnos por el trabajo y olvidarnos de lo que no dependa de nosotros. Hemos hecho nuestra parte, hemos trabajado bien.  Cada uno que se apañe con sus orgasmos.

                Creo que ha sido demasiado ambicioso el título, falta mucha tela que cortar,  continuará...


                Y recordad, si os ha gustado compartidlo.

A continuación tenéis las partes complementarias del artículo:
                Mantener a salvo la autoestima I -Qué hacer.
                Mantener a salvo la autoestima III. -El entorno.


jueves, 20 de febrero de 2014

Mantener a salvo la autoestima. buscando empleo I. Qué hacer.

                Durante estas últimas semanas he estado escribiendo sobre la autoestima en el buscador de empleo. Una de las fuentes más importantes es la ilusión de control que tenemos sobre el ambiente, cómo comento en mi anterior artículo.

                La falta de trabajo impregna el resto de nuestra realidad, puede contaminar toda nuestra existencia, Por lo que es muy importante separar y diferenciar las diferentes facetas de uno mismo para seguir disfrutando de nuestra vida. Podemos dedicar un tiempo específico para la búsqueda de empleo y el resto de tiempo procurar aprovecharlo, aprendiendo a disfrutar el aquí y el ahora. Compensando los beneficios psicológicos que NO obtenemos del trabajo y así obtenerlos de otras fuentes.


                Pero ya bajando a nivel más pragmático para alimentar esa ilusión de control y por ende nuestra autoestima. Os voy a contar cuales son mis fuentes de autoestima fundamentales.

                Mi blog; el ser capaz de escribir un artículo semanal, la disciplina, el reto que supone.  Mis conversaciones on-line, se han convertido en una fuente muy importante. Todos los comentarios, los "me gusta", las recomendaciones de mis artículos se han convertido en alimento para mi autoestima. Nota: Tener cuidado, a ver si se convierte en una adicción y me olvido del mundo Off-line.

                Mi faceta de "amo de casa" lo cierto que todavía no he aprendido a aprovecharla al cien por cien. Hay tareas que, no me gustan nada, por ejemplo quitar el polvo, sin embargo, me lo paso bien pasando la aspiradora y fregando. Es un estado de trance hipnótico que permite a mi mente pensar... Por ejemplo en mi artículo de la semana y además, se aprecia muy bien el trabajo realizado. Cómo diría mi madre: "Son faenas agradecidas"

                Disfruto mucho con la compañía de mis hijos, de las "charradas" y las risas que nos pegamos hablando de sus mundos.  Yo, jugando a cambiar sus puntos de vista y ellos el mío. Son pequeños y aún puedo.
                Cocinando; ayer hice unas lentejas con chorizo, que casi se desmayan de gusto. ¡Alucinantes! Hoy; arroz al horno. Ya os contaré cómo sale.

                Deporte, el mayor reto es mantener la disciplina. Salir a correr un par de días a la semana. Cuando lo consigo estoy contento y feliz.

                El chapuzas; lo cierto es que se me dan bien los trabajos manuales. Soy un manitas informático, albañilería, fontanería, trabajos escolares, lo que se tercie... Menos la electricidad, que se la dejo a mi suegro. No vamos a ser más papistas que el papa.

                Vida en pareja. Lo cierto es que siempre nos compenetramos muy bien (y sin pene también) Somos un equipo con metas y objetivos comunes, trabajando para los dos y para la familia. Dejad de hacer el amor y follad más...  o las dos cosas.

                Como podéis observar son todo conductas, hacer, hacer y hacer, tal vez la mejor manera de intervenir en la psique, seguir sintiéndonos eficaces, seguir sintiéndonos útiles... Otro día nos meteremos por ahí dentro.

                Ahora, me gustaría que me contarais, cuales son vuestras fuentes de autoestima más importantes en vuestra vida, exceptuando claramente el trabajo, tal vez así podamos enseñar a otros desempleados cómo compensar en nuestro ánimo,  la falta de trabajo, aprender a disfrutar de nuestro tiempo y evitar que nuestra vida se vaya al fondo por culpa de SOLAMENTE una de sus facetas.

                Algo que me ronda por la cabeza: ¿Alguien disfruta buscando empleo? Cuéntanos cómo lo haces...

                Muchas gracias a todos por vuestro tiempo y por la energía que me brindáis.


                Suerte y si os gusta compartidlo.

A continuación tenéis las siguientes partes:

                Mantener a salvo la autoestima II. Qué pensar.
                Mantener a salvo la autoestima. III. El entorno.

jueves, 13 de febrero de 2014

Ficciones necesarias: El protagonista.

                El trabajo es una fuente de autoestima muy importante. Fundamentalmente porque nos da la oportunidad de actuar, de intervenir, en un ámbito que controlamos y hace percibirnos como alguien eficiente, que puede controlar el ambiente, y por tanto su vida. Las tareas del trabajo son pequeños o grandes éxitos que refuerzan nuestra "ilusión de control" sobre el mundo.


                También de forma indirecta, el trabajo nos proporciona un refuerzo económico y social muy importante. Pero de momento, me voy a centrar en esta "Ilusión de control sobre nuestro mundo" Es algo que aprendemos desde pequeños, en el momento que cogemos un juguete, lo tiramos del carro, nuestro papa lo recoge y nos lo entrega de nuevo. Pensamos; Esto está chupado, yo actuó y el mundo responde... Los tengo dominados a todos...

                El mayor golpe que recibe un desempleado, es sentir que no tiene control sobre el ambiente, que está a expensas del viento. A medida que va pasando el tiempo y no encuentra trabajo, va perdiendo la capacidad de "sentirse protagonista de su película, de su vida". En lugar de sentirnos Tarzán, nos convertimos en el negro con el fardo en la cabeza, que siempre se lo come el león, o se cae por el precipicio.

                Descubrimos que no somos el protagonista y que nunca lo hemos sido. El sentirnos protagonistas  es una ficción pero debemos creer en ella; es necesaria para mantener a salvo nuestra autoestima y nuestra capacidad de actuar, y diré más, actuar como héroes.
 
                Algo básico que he aprendido es que: Para llegar a ser un león, primero hay que quererlo, creerlo y comportarse como tal. Tal vez, con suerte y mucho trabajo un día te des cuenta de que has vivido y lo has sido; al menos la mayor parte del tiempo, porque los valientes no lo son siempre...


                Perdónate cuando no lo seas y prepárate para serlo en la próxima oportunidad.

jueves, 6 de febrero de 2014

Relación cuerpo-mente.

                La semana pasada no publiqué ninguna entrada, la única escusa que tengo, es un gripazo de los gordos. Precisamente me ha servido para hacer un pequeño experimento. Si recordáis mi artículo anterior. Para tener una fuerza de voluntad firme, es necesaria una base biológica sana, es decir "Mens sana, in corpore sano" En la actualidad es una de las fronteras del conocimiento; la Fisiología de la Conducta, teniendo como principio fundamental, que la función última del sistema nervioso es la conducta.


                Bueno a lo nuestro; tenía el "corpore" hecho unos zorros, solamente el ir a buscar a mis hijos al colegio era un suplicio. -¿Qué ocurrió con mis pensamientos, con mi motivación? Lo cierto es que iban por el mismo camino. La atención pasó de estar centrada en el ambiente a entrarse en sí mismo, en mi cuerpo, en los síntomas de la enfermedad. El presente y el futuro era negro el pesimismo lo impregnaba todo. Sentimientos negativos a flor de piel...

                -¿Que ocurrió con mi conducta, con mis acciones de buscar trabajo? Lo cierto es que envié un par de currículums, pero mi conducta pasó a "modo supervivencia", es decir, hacer lo mínimo para vivir y capear el temporal. La vida social casi nula, redes sociales, blog, todo abandonado. No tenía sentido, carecía de valor. Lo único importante era recuperar la salud.  El tiempo pasaba despacicooooo...

                Total, una máquina que de momento estaba estropeada, pasaba por el mecánico y tras un corto periodo de tiempo a funcionar de nuevo. ¡Qué fácil! Pero lo cierto es que los humanos somos un poco más puñeteros. Nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, nuestra conducta, nuestra vida social, todo está interrelacionado, facetas de un mismo prisma que se potencian o se deprimen unas a otras en espirales virtuosas o degradantes, dependiendo del caso.

                Cuando no tenemos trabajo, tenemos lesionada una parte importante de nuestra persona,  fundamentalmente de nuestra vida social;  al menos con respecto a las creencias dominantes de nuestra sociedad. La falta de empleo y de recursos económicos están trabajando como un peso muerto que nos empuja hacia una de estas espirales degradantes.

                Debemos compensar  este lastre intentando potencia todos los demás aspectos de la vida que nos proporcionen placer y fundamentalmente autoestima. Yo solamente conozco una cosa con el poder suficiente para contrarestarlo: La acción; atrévete a ser libre y hacer lo que siempre has querido. Sé valiente.