jueves, 12 de febrero de 2015

Una tarde en la piscina.

                Hoy os voy a contar una pequeña historia que nos ha ocurrido con mi hijo de cinco años y  sus clases de natación. ¡Madre mía, si da de sí esto de los hijos!

                Hace dos semanas, como cada miércoles acompañamos a nuestros hijos a natación. Cómo ese día había poca gente aprovecharon  y en lugar de nadar la distancia de media piscina, cómo hacen habitualmente, recorrían la piscina entera. Con tan mala suerte, que por la noche, el pequeño, se quejaba de una leve contractura en la pierna derecha, le di un masaje y se durmió plácidamente, sin mayor complicación. A la semana siguiente no fuimos a natación, porque hacía un frío de perros y nos dimos el lujo de descansar en casa.


                ¿Qué ha sucedido este miércoles? Pues que Pedrito, me decía que nadara mi tía la del pueblo, cogió un berrinche de los gordos, entre mocos y sollozos logré ponerle el bañador, intentando animarle para que probara de nuevo, prometiéndole que esta vez no le dolería la pierna, mil un sobornos y chantajes... Me acerqué a hablar con el profesor, con mi pesar de padre y contarle la situación.  El profesor intentó razonar con Pedrito que se escondía entre mis piernas, lo cogió de la mano, se aproximaron al borde del agua mientras lo intentaba convencer, pero Pedrito no entraba en razón. Lo cogió en vilo y arrojó al agua y Pedrito, como no tenía otra, salió nadando.
   
                Cómo padre se me encogió el corazón, pero también como padre sé que fue lo mejor para él... ya os contaré cómo va la semana que viene, de momento salió "medio contento del agua", según sus palabras, así que con su mente matemática, me propuso: "Ir a natación un miércoles sí y otro no".

                 Cuándo somos niños tenemos a padres y profesores, que si son buenos, nos tienen que retar, nos tienen que animar a poner a prueba nuestras capacidades, si no, se oxidan. Cuando somos adolescentes, tenemos nuestro grupo de iguales, la chica que nos gusta, nuestros amigos, nos empujan a hacer algunas "locuras" y cuando  somos adultos nuestro trabajo, nuestros jefes, nuestros clientes, nuestros hijos,  nos "obligan" a superarnos.

                -¿Qué nos sucede cuando no tenemos a nadie que nos arroje en medio de la piscina?

                -La respuesta es fácil: -Tienes que ser tú quien lo haga, sed valientes. Sí, pero siempre con flotador.

                Una semana más, muchas gracias por vuestra atención, cualquier comentario será bien recibido, aquí en el blog o conectad conmigo en las redes.

 El enigma de la foto.

                Este es un juego que os propongo cada semana, cada artículo tiene una foto y os pido una interpretación, (a responder durante la semana)  la que se os ocurra, nada está bien o mal, nada es incorrecto, a la semana siguiente os cuento por qué razón la he puesto en el artículo, esta es la foto de la semana anterior: ¿Te sientes orgulloso de tu búsqueda de empleo?


                En la fotografía vemos una hermosa coliflor, un icono del pensamiento sistémico, es uno de los fractales más evidentes y bellos de la naturaleza. Un fractal tiene la peculiaridad de ser una construcción que es creada por una estructura muy simple, que se va repitiendo y creciendo, cada uno de los grumitos más pequeños tiene la misma estructura que la coliflor entera.

                En el artículo realizamos una reestructuración cognitiva, para poner en valor la búsqueda de empleo. - ¿Cómo lo hacemos? Cambiando nuestro punto de vista, pasando de un punto microscópico; encontrar un trabajo, a un punto de vista macroscópico; contextualizando las tareas de búsqueda dentro de la gestión de carrera a lo largo de toda la vida profesional. Igual que para comprender estructura de la coliflor, tenemos que cambiar el punto de vista micro-macro.



¿Qué os sugiere la foto de esta semana? Un paso de cebra.

8 comentarios:

  1. Hola Pedro, he leído con mucho interés tu post: vamos, que me ha enganchado.
    De todas formas mientras lo leía, anticipé otro final y su moraleja: todo aprendizaje tiene sus tiempos, y, en ocasiones, acelerarlos (para ser más productivos), puede no ser una buena idea.
    Seguro que a Pedrito con ese pedazo de padre, no le pasa.
    saludos
    (otro) Pedro

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    1. Como tú dices, podría suceder intentar acelerar un aprendizaje puede llevar a consecuencias desagradables, esperemos que no sea así. De todas formas esta anécdota tiene muchas lecturas, es un fiel reflejo, de nuestros procesos de aprendizaje, de cómo los hábitos se pueden destruir, de cómo mantenerlos, muchas veces solamente nos queda la voluntad.
      Anónimo, me alegro mucho que te haya gustado, muchas gracias por tu aportación. Saludos.

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  2. Eso de tirarme a la fuerza a la piscina tambien me lo hicieron de pequeño!!!. Menos mal que sale a flote (nunca mejor dicho) el instinto de supervivencia y el organismo se pone a salvo sin que la mente piense mucho.

    La anecdota me sugiere el temor que tenemos a salir de nuestra zona de confort. Cosas como un profesor implacable o esta crisis nos empujan de sopetón a atrevernos a realizar proyectos o trabajos que no hubiesemos hecho de otra manera por dejadez o comodidad.... y sin embargo ahora se hacen por necesidad o supervivencia. No hay mal que por bien no venga!

    Un saludo!

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    1. Hola Jonatan, muchas gracias por tu aportación, tienes mucha razón en lo de salir de la zona de confort, es importante una actitud de lanzarse a lo nuevo y luego vemos cómo salimos de la situación.
      Respecto de lo de aprender a nadar así de sopetón, práctica muy extendida hace años, en el caso de Pedrito no era cuestión de aprendizaje, sabe nadar (dentro de sus posibilidades) y anteriormente disfrutaba las clases, el problema es de motivación y mantenimiento del hábito de nadar, tras una experiencia negativa (contractura), más otro día sin experiencia (refuerzo negativo). El tercer miércoles quería disfrutar este refuerzo de nuevo.
      Aunque, ya veremos como termina la historia.

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  3. buenas noches un buen trabajo, muchas veces intentas todo pero no salen las cosas, porque para un empleo nos presentamos 100 personas hay veces que las empresas miran el curriculun, yo hace unos días me presente a una entrevista de trabajo para limpiador con minusvalía, la atención fue correcta me icieron unas pregunta todo muy bien, me dijeron que esperara, al rato me llamaron ,y me dijo que mi curriculum estaba muy bien,pero que es puesto ya se habían dado a otra persona ,que simplemente habían echo las entrevistas para justificar que habían hecho selección nada mas gracias y feliz semana,yo sigo aprendiendo de vuestros consejos gracias feliz semana

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    1. Hola Isidro, siento mucho leer lo que me cuentas, me da vergüenza ajena el hecho de hacer perder el tiempo a las personas para "justificar" que han hecho una "selección", jugando con las esperanzas de los demás. Una falta de respeto muy grande.
      Al menos si has tenido una entrevista has tenido oportunidad para poner en práctica tu "argumentario de venta", ya que estamos podías haber pedido feedback sobre: Qué tal has estado, y en qué puntos podrías mejorar.
      Saludos y buena suerte.

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  4. Tienes razón Pere, cuando no tienes nadie que te empuje,debes ser tu quien lo haga y se lance.
    Vaya con lo de Isidro, mirándolo por el lado positivo como tu bien dices, le sirve para practicar para futuras entrevista. Un saludo

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  5. Raquel muchas gracias por tus palabras, una semana más. Saludos y pasa una semana estupenda.

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