El flujo es el estado mental operativo en el
cual la persona está completamente inmersa en la actividad que está ejecutando.
Se caracteriza por un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación
con la tarea, y de éxito en la realización de la actividad. Esta sensación se
experimenta mientras la actividad está en curso. El concepto de flujo fue
propuesto por el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi en 1975. Aunque él lo
llamaba flow, más que nada porque estaba en USA.
El estado de flujo es un momento mágico
en el que desaparece el yo, que se funde con la tarea, solamente somos acción,
puede ser cualquier tipo de conducta, motora, psicológica o social. Lo cierto
es que no se pueden separar cada uno de los factores, pero según la tarea que
estemos realizando predominará uno u otro.
Cualquier
persona que practique habitualmente un deporte reconoce este estado al momento, estamos pletóricos, energía a
raudales, nuestra mente solo ve posibilidades de acción, toma decisiones y
saborea el éxito en pequeñas metas que va consiguiendo. Y claro al final nos hacemos vigoréxicos.
Necesitamos
hábito, práctica, de lo contrario es muy difícil llegar a "fluir", la
práctica va a ser la que nos va a
enseñar a conseguirlo. ¿Cómo? La práctica es la única que nos va a dar las
herramientas adecuadas, tanto físicas como mentales. Nos va a proporcionar el
poder de hacer y la motivación.
Para
fluir en tareas motoras necesitamos
preparar los órganos para la acción,
tiene que ver con la capacidad, con el poder para realizar la tarea. Un corredor necesita un corazón, unos
pulmones, y unos músculos potentes de lo contrario las señales de dolor de su
cuerpo lo van a sacar del camino. ¡A la porra el fluir! Y juras que no vuelves a correr en la vida. Por
lo que es importante un entrenamiento escalonado para que las sensaciones no
sean muy negativas.
En tareas mentales sucede lo mismo si no
tenemos una inteligencia computacional preparada. Si no sabemos multiplicar,
difícilmente podremos calcular el volumen de un cubo, si no tenemos vocabulario
no vamos a poder hilvanar una buena historia. Necesitamos tener ciertos
procesos automatizados, como el bailarín que aprende los pasos para luego
improvisar en la actuación.
Las tareas sociales tienen una
particularidad; es la capacidad de "saltar" entre lo que estamos
haciendo nosotros y lo que hacen los demás, saber leer, interpretar, las
intenciones y conductas, conocer los hábitos de los demás participantes, sus
posibles consecuencias y saber comunicar nuestras intenciones. Si no tenemos
automatizada esta clase especial de empatía va ha ser imposible fluir en
grupo. Mirad a la selección de básquet ... o... follad más.
El
estado de flujo ligado directamente con la dificultad de la tarea, no puede ser
ni muy fácil ni muy difícil.
Lo
fácil nos lleva al aburrimiento y lo muy difícil a la frustración y al fracaso.
Aunque lo fácil siempre se puede complicar para hacerlo motivante. Puedes
realizar dos tareas a la vez e intentar fluir en las dos, por ejemplo una tarea
motora como correr o pasar el mocho y desarrollar mentalmente este estupendo
artículo. Este es un truco personal que a mí me funciona muy bien, ambos flujos
se complementan y potencian. Cuando no se me ocurre nada, me pongo a limpiar la
casa o salgo a correr. Si
quieres "fluir" esta noche, mejor la primera opción.
-La
práctica nos enseñará automotivación. Podemos partir de un objetivo, una meta
final que nos motive, pero solo relativamente nos ayudará a mantener el
esfuerzo a lo largo del tiempo, lo que mantiene el esfuerzo y la atención, son los pequeños feedbacks, las
pequeñas consecuencias que nos muestran el siguiente paso a seguir, que nos muestran nuevos caminos, es
importante disfrutar de estos descubrimientos, convierten los fracasos en éxitos.
Los pequeños éxitos que nos proporciona cada conducta y la sensación de control
que esto produce. Como dicen los americanos la sensación de "drive",
de ser conductor de la realidad, de controlar la tarea que nos ocupa.
A parte
de las consecuencias de la acción también es importante la comunicación con
nosotros mismos, autoinstrucciones. Los mensajes que nos dirigimos, tanto para
centrar nuestra atención en la tarea. -¡Animo, que ya queda poco! Como los premios que nos dirigimos
para mantener nuestra autoestima. -Cada día te salen mejor los post.
No hay conductas erradas, unas producen lo
que esperamos y otras nos enseñan caminos nuevos. No sé de qué disfruto más; de
tener razón o de descubrir nuevas posibilidades.
-¿Cuál
son vuestros estados de flujo favoritos? Contádmelos... Son una gran pista para saber
qué hacer el resto de nuestra vida.
-Espero
que os haya gustado, si es así compartidlo. Saludos y suerte.
El enigma de la foto.
La semana pasada, hablando de redes sociales, os reté a
interpretar esta fotografía:
Interpretación:
La
fotografía representa las conexiones neuronales, solamente la activación de
millones de ellas producen un cambio cualitativo relevante para el mundo real, solamente
la combinación de millones de micro impulsos eléctricos tienen la capacidad de
crear una idea, un pensamiento, una acción. ¿Producirá un cambio cualitativo en nuestra vida profesional las conexiones en la red?
-¿Qué pensáis de la fotografía de esta semana? La del desierto.
Tener una definición para este estado, motiva a generarlo con más constancia y perfección
ResponderEliminarTienes razón, muchas veces no sabemos que las cosas existen hasta que le ponemos nombre y así se pueden convertir en nuestro objetivo.
EliminarGracias por tu comentario, simple e importante.